Marwencol: Arte vs. Realidad - Victorias Arte

Marcos Hogancamp tenía gran parte de los recuerdos de su vida patadas y golpes de él una noche en 2000. Pero él recuerda con claridad cristalina el momento en que comenzó a reconstruir su vida fuera un par de piezas desechadas de madera contrachapada.

Era un cálido día de primavera en 2003. Tres años antes, había sido golpeado casi hasta la muerte por los cinco matones fuera de un bar cerca de la pequeña casa rodante que llamó a casa a las afueras de la ciudad de Kingston, en el norte del estado de Nueva York. Cuando salió de un coma nueve días más tarde, grandes trozos de su memoria habían desaparecido; su vida era un misterio para él. Los acontecimientos, nombres, personas y lugares de su pasado se habían convertido en una maraña de borrosas, imágenes misteriosas, no ancladas a la narrativa que una vez había sido su vida.

Hogancamp tuvo que reconstruir 40 años de su vida en base a una colcha de retazos de recuerdos de otras personas, fragmentos de su propia memoria, un puñado de fotos, un video de su boda y revistas que habían mantenido durante esos años perdidos.

Lo que descubrió sobre sí mismo perturbado y le asustaba.

Él había sido un borracho. Alcohol - vodka por el vaso - había gobernado su vida. El matrimonio que había visto celebra en que el video había terminado en divorcio. Había estado sin hogar durante un tiempo, reducido a vivir en una tienda cerca de su ciudad natal en alrededores Marlboro NY.

También descubrió que había tenido un talento - que podía dibujar. Había trabajado durante ocho años antes de la paliza diseñar salas de exposición para una oficina local de una empresa de iluminación alemán.

Sus diarios revelaron un artista que favoreció a lápiz y tinta dibujos llamativos. Algunos eran de horror-show dibujos de la venganza sangrienta, imágenes de soldados nazis bayoneta. Había también espeluznante, pulposo mirando dibujos de las mujeres en los zapatos claveteados y revelando la ropa interior, rompiendo uno en el otro en "peleas de gatos."

Pero qué hacer con todo esto? No importa lo mucho que lo intentara, Hogancamp no podía poner las piezas del rompecabezas de nuevo juntos de nuevo. Incluso la detención y eventual condena de los matones que le había robado su pasado hizo poco para calmar la furia oceánica que sentía hacia ellos, hacia la humanidad en general y de los hombres en particular. Incapaz de trabajar o conducir o incluso caminar constantemente, sintiéndose solo y despojado, se sentó solo en su casa y se quedó mirando un futuro que parecía turbia a él como su pasado.

Se sentía como si hubiera sido expulsado de la raza humana.

Entonces, ese día de primavera en 2003, mientras que los obreros de brazos cruzados viendo renovar una casa remolque cerca, algo se movió Marcos Hogancamp para recoger un pedazo de madera de desecho. Luego, otra pieza. Entonces tercera. Él los pegados, formando lo que se convertiría en la piedra angular de una nueva vida. Dio su nuevo mundo que emerge un nombre: Marwencol.

Marwencol era una pequeña Guerra Mundial II de la era del pueblo belga hecha de madera de desecho que Hogancamp construido con el aumento de detalle, poblado por un número creciente de muñecas Barbie de tamaño que promulgaron escenarios escritos por Hogancamp. Marwencol se convirtió en el refugio imaginativa que nunca había sido capaz de encontrar en el mundo "real". Él narrativas creó también documentado en miles de fotografías. La principal de las decenas de acción pies de altura cifras dirigió era gallardo de Hogancamp alter ego, el capitán de la Fuerza Aérea. "Hoagie" Hogancamp, cuya tripulación de compañeros soldados lucharon contra la depredación de los invasores nazis. Los miles de fotos secuenciales increíblemente realistas Hogancamp dispararon revocatorio Quentin Tarantino en su vengativamente más sangrienta y sexualmente kinkiest.

Marwencol podría haber permanecido en la oscuridad, algo disfrutado y conocido sólo por su creador, si Hogancamp no había conocido a un vecino llamado Todd Lippy hace casi una década. Lippy es editor de la revista Esopus, una alta gama de las artes y la cultura trimestral. Él quedó fascinado con las fotos de Hogancamp. El Esopus foto propagación resultante fue posteriormente visto por la Costa Oeste documentalista Jeffrey Malmberg, que fue golpeado de manera similar por las creaciones de Hogancamp. Malmberg pasó la mayor parte de tres años de trayecto entre las costas, observar y registrar la historia de Hogancamp, como su notoriedad como un diferencial artista y se convirtió en el brindis más improbable del mundo del arte de Manhattan.

El documental resultante, Marwenco l, hizo una serie de diez-mejores listas para Malmberg de una serie de periódicos de prestigio, revistas y sitios de cine.

Malmberg y Hogancamp han permanecido amigos desde el lanzamiento de la película hace cinco años. Desde entonces, Hogancamp ha colaborado con la esposa de Malmberg, Chris Shellen, escritor y ex ejecutivo de desarrollo de la película, para crear Bienvenido a Marwencol ", un brillante, 278 páginas, el arte de tapa dura / libro de cuentos sobre Hogancamp y su creación en casi 600 imágenes a todo color .

La historia de Hogancamp es una lección sobre los efectos terapéuticos de la creación artística. En un comunicado de describir el nuevo libro, Hogancamp dijo "Porque todo está tan lejos de mí, pensé que había que traer el mundo a mí. Así que aquí está mi pequeño mundo, donde puedo hacer que las cosas sucedan, y puedo crear algo que quieren. Los chicos no saben lo que me quitaron. Pensé que nunca conseguiré todos esos recuerdos de vuelta, así que voy a hacer otras nuevas ".

Sus últimos recuerdos se harán no por él, sino por él; Hace unos meses, Hollywood productor / director Robert Zemeckis (Regreso al Futuro, Forrest Gump) firmó un contrato para dirigir una adaptación de la historia de vida de Hogancamp, con el actor Steve Carrell conjunto para jugar Hogancamp,

El hombre desolado que una vez sintió que no tenía lugar en el mundo pronto verá el mundo que él creó en su lugar convertido en la especie de la realidad sólo Hollywood podría soñar - con mucha ayuda de Hoagie Hogancamp y sus hombres.